La partida de las cigüeñas
Las cigüeñas están en fila india, listos para el vuelo migratorio desde la gran torre del pueblo.
−¡Al cielo! ¡Al cielo! ¡Bravooo! −cantan alegremente.
El cigoñino de alas negras no parece tener prisa. Está muy cómodo descansando sobre una pata.
−Quiero quedarme aquí a vivir –chilla éste.
−Venga, al cielo –le dice su mamá.
−Me gusta esta torre −protesta−. Además, hoy estoy muy cansado.
−Nos tenemos que ir. ¡Venga, vamos! –repite su mamá con paciencia.
−¡No quiero! –se niega el cigoñino de alas negras.
¡Ding-dong!, ¡ding-dong!, ¡ding-dong! Retumban las nuevas campanas de la torre.
Rápidamente, el cigoñino aletea con todas sus fuerzas y alza el vuelo. Mientras, en el cielo, todos las cigüeñas se ríen ¡porque la cigüeñita de alas negras había creído que la torre se derrumbaba!
© 2017 Verónica Serrano Puertas