Pocho pasa el día solo
¿Qué habrá pasado? El perro Pocho ha perdido el apetito. ¡Ya no quiere comer! Andando por la casa, triste y asustado, juega sin ganas con un calcetín de colores. ¡Pobre Pocho! Claro, como le han dejado solo en casa.
Un ruido en la ventana, se va debajo de la cama. Un sonido de garras, esconde su cabeza entre sus patas. En la calle suenan las bocinas, ¡zas! Huye entre las sabanas. Vibra un móvil, corre desorientado pero hábil. Toque de timbre, brinca dentro del cesto de ropa sucia de mimbre. Puerta abriéndose lentamente, orejas en punta y se sienta junto a la mesa. ¡Sí, ahí está! ¡Qué bien! Ahora Pocho se siente de maravilla. Paso resonante y ligero, se lanza a su regazo y la pega un lengüetazo.
Verónica Serrano Puertas