Lisa, la libélula
Lisa es una libélula que vuela alocadamente porque tiene un alita más corta que la otra. Por ese motivo, su aleteo es poco elegante.
A diferencia de las otras libélulas, Lisa vuela en círculos en vez de hacerlo hacia adelante y en línea recta.
¡Ja, ja, ja! − se ríen las libélulas más jóvenes.
Lisa, ante el esfuerzo, se cae al suelo y avergonzada se esconde.
Aunque Lisa conoce perfectamente sus limitaciones, a veces, le resulta duro demostrar que no tiene complejo.
Detrás de la roca, Lisa sigue bastante decepcionada por lo sucedido. De repente, oye a Rico anunciar el baile en honor a la reina de las libélulas y Lisa vuelve a mostrar su felicidad. Entonces sale de su escondite, se acerca a Rico y le pregunta:
−¿Puedo inscribirme?
−Por supuesto que puedes participar si te gusta bailar −dice Rico−. Pero has de saber que se debe bailar con elegancia y destreza –le recuerda a Lisa.
Cuando Lisa empieza a ensayar se da cuenta que ella no puede volar con belleza. De ahí que ésta se venga abajo. Sin embargo, no se rinde y sigue con su danza.
Enseguida llega el día del espectáculo. La reina se sienta en su habitual trono donde observa minuciosamente cada detalle.
−Es el turno de Lisa −anuncia Rico.
Lisa aparece con un vestido repleto de brillantes cubriendo sus alas. Esto provoca que otras libélulas se burlen:
−¿Cómo piensas volar si tienes tus alas tapadas?
−No las necesito –afirma Lisa.
Pronto, la reina pide que se respete el atuendo de cada participante y subraya que es ella quien juzga.
Sintetizando, el baile de Lisa fue clásico, elegante, de movimientos suaves y con una impecable expresión de alegría y amor.
Nada más terminar su actuación, Lisa recibe los aplausos del público y, finalmente, las libélulas que antes se burlaban ahora la admiran.
© 2018 Verónica Serrano Puertas
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