RUMO Y ELIETA

Tras las lluvias del otoño, Rumo decide practicar la pesca de la sardina. Prepara sus aparejos y espera  a que la tarde caiga.

¡Ñic! ¡Ñic! Es el sonido que hace el carrete de la caña de pescar cuando el intrépido gato enrolla el sedal.

Rumo y Elieta−¡A picado! ¡A picado! −se alegra−. Haré un gran festín, pero antes pescaré un poco más.

Un pescado bastante grande pica y ¡ploc! se le cae encima de la cabeza y se desmaya. Por suerte, su amigo Heraldo que está paseando cerca del río ve lo ocurrido y le ayuda.

Heraldo que es muy listo, va corriendo hasta su choza, busca entre sus cosas y encuentra: ¡unas velas y un bonito mantel! Después, prepara un escenario romántico.

−¡Así solo tendrás que dejarte llevar! −dice, mostrándole donde tiene que esperar.

Rumo no entiende nada, ¿será por el golpe en la cabeza?

En cuanto Heraldo se va aparece una preciosa gatita de pelo sedoso. Es Elieta, la hermana de Heraldo.

Rumo y Elieta (enamorados) disfrutan de una velada nocturna acompañados por la luz de las velas y una sabrosa cena.

© 2017 Verónica Serrano Puertas

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